Los líderes del mundo se reunieron y tuvieron más de una semana de negociaciones en Copenhague, Dinamarca, en su intento por alcanzar un nuevo pacto para luchar contra el calentamiento global.
Pese a que cada vez se hace más evidente que es necesario tomar medidas concretas contra el cambio climático, a solo horas de la finalización de la cumbre de la ONU, todo parece indicar que no se alcanzará un acuerdo que reemplace al protocolo de Kioto, que vence en el 2012.
Los países desarrollados proponen metas de reducción de emisiones muy leves, mientras que las naciones en desarrollo demandan mayores fondos para ejecutar las medidas contra el calentamiento global.China, por ejemplo, demanda metas de reducciones de hasta el 40% con base al nivel de 1990, cifra considerada muy elevada por EE.UU., que está dispuesto a ofrecer un recorte del 17% para el 2020, pero con base en los niveles del 2005.
En lo que respecta a la financiación, aunque inicialmente existía desacuerdo sobre el monto de ayuda necesaria para luchar contra el cambio climático, la aceptación reciente de EE.UU. de destinar US$ 100,000 millones anuales en la tarea para el 2020 da cierta esperanza a la cumbre.No obstante, debería quedar claro que, al margen de pertenecer al bloque "rico" o en desarrollo, las naciones cuyas emisiones sean mayores deberían asumir una mayor responsabilidad en la tarea de frenar el cambio climático, ya sea destinando mayores recursos para los planes ambientales, o reduciendo concretamente los niveles de emisiones.
Solo la fijación de metas objetivas y realistas podrá llegar a impedir una mayor temperatura en las próximas décadas, cuyos efectos, como en la agricultura, podrían ser muy significativos en todas las partes del mundo.Aunque ya la cumbre partió mal al descartar, aun antes de empezar, un acuerdo de carácter obligatorio para los países asistentes, esperemos que de alcanzarse algún pacto, implique medidas concretas y no simples deseos. Quizá sea tiempo de oír a la ONU, que considera que los países pobres y en desarrollo deben ceder un poco en sus pedidos de financiación, aunque el pedido debería hacerse extensivo a las naciones desarrolladas. Ceder, esa parece ser la palabra clave.
Fuente: Diario Gestion 18-12-2009.