El resultado de las elecciones del año 2006 y
del 2010, mostraron un nuevo mapa de distribución del poder político en el
Perú. Las elecciones libres, populares y democráticas, sacaron de las urnas e
invistieron de poder a nuevas autoridades y gobernantes regionales como
Gregorio Santos en Cajamarca, Jorge Acurio Tito en Cusco, César Álvarez en
Ancash, Kléver Meléndez de Pasco, Mauricio Rodríguez en Puno, Iván Vásquez en
Loreto, Juan Manuel Guillen en Arequipa, Javier Atkins en Piura, Jorge
Portocarrero en Ucayali, Wilfredo Oscorima de Ayacucho, Gerardo Viñas de
Tumbes, entre otros.
El surgimiento de movimientos políticos
regionales, sirvió para contrapesar y llenar el vació que los partidos
políticos nacionales dejaron de cubrir.(En las elecciones regionales y
municipales 2010, los partidos políticos nacionales ganaron solo 4 de 25
regiones, 77 de 195 municipios provinciales y 693 de 1605 municipios
distritales, según Fernando Tuesta Soldevilla). La promulgación e
implementación de la Ley N° 27867, Ley Orgánica de Gobiernos Regionales, en
concordancia y cumplimiento de la Constitución Política del Perú, tiene por
objeto normar la estructura, organización democrática, descentralizada y
desconcentrada, competencias y funciones de los gobiernos regionales (Artículo
N° 1, Ley N° 27867, Ley Orgánica de Gobiernos Regionales). También establece
que la finalidad de los gobiernos regionales es fomentar el desarrollo regional
integral sostenible, promoviendo la inversión pública y privada y el empleo y
garantizar el ejercicio pleno de los derechos y la igualdad de oportunidades de
sus habitantes, de acuerdo con los planes y programas nacionales, regionales y
locales de desarrollo (Artículo N° 4, Ley N° 27867, Ley Orgánica de Gobiernos
Regionales).
Actualmente, en el Perú llevamos 12 años de
experiencia del proceso de regionalización y gobernabilidad descentralizada. Es
cierto que casi todas las funciones administrativas, sociales, educativas, de
salud y de planificación se han delegado a los gobiernos regionales y gobiernos
locales (Ley N° 27972, Ley Orgánica de Municipalidades, del 27 de mayo de
2003); sin embargo, la función presupuestal, financiera y tributaria, los
administra y autoriza el gobierno nacional, mediante el Ministerio de Economía
y Finanzas - MEF. Es cierto, que hasta ahora las autoridades del gobierno local
y regional, tienen que ir hasta el ministerio de economía para tramitar y
gestionar la atención de su pliego presupuestal. Este mecanismo, en muchos
casos no permite atender las necesidades y resolver los problemas de los
pueblos del interior del país.
En Perú, existen leyes, reglamentos y órganos
de control como la Contraloría, Sunat, Ministerio Público y Poder Judicial, que
vigilan la asignación y utilización de los recursos públicos. En 12 años de experiencia
y gobernabilidad regional, las autoridades de los gobiernos regionales han
puesto en marcha un conjunto de proyectos para implementar sus respectivos
“Planes de Desarrollo Regional Concertado”, sus planes de gobierno y promesas
electorales. En Perú, todos los gobiernos regionales y locales, de acuerdo a la
ley y sus competencias (exclusivas, compartidas y delegadas) han construido
carreteras, puentes y túneles, construido e implementado centros de salud y
hospitales, infraestructura y equipamiento de instituciones educativas,
sistemas de agua, desagüe y alcantarillado, fomentado actividades agrícolas y
agroindustriales, ganadería e industria, entre otras obras y proyectos. En 12
años de experiencia de gobernabilidad regional, el proceso de regionalización y
descentralización del país, ha servido y sirve para que los pueblos del
interior del Perú, tracen una línea y establezcan
el horizonte de su propio desarrollo articulado al desarrollo nacional, tal
como establece la Ley orgánica de gobiernos regionales.
Esta buena experiencia de regionalización y
descentralización debe ser fortalecida,
para superar el modo de gobierno centralista. El gobierno regional descentralizado
sí. Gobierno centralista no. Este mecanismo de desarrollo, ganado por los peruanos
después de más de 190 años de lucha, pérdida de vidas, dolor y sudor, plasmado
en la Constitución Política del Perú; algunas veces no goza de la observación,
reflexión y empoderamiento de la mayoría de los peruanos.
Hoy estamos próximos a un nuevo proceso
electoral, para elegir nuevos gobernantes regionales y locales el 05 de octubre
de 2014. Las leyes electorales del país, facilitan licencias a los gobernantes
locales y regionales, que manifiestan y deciden presentarse al proceso
electoral de re-elección. Como es lógico, en todo proceso electoral se
presentan grupos, movimientos, partidos y alianzas políticas (Ley N°28094, Ley
de Partidos Políticos y Resolución N° 0123-2012-JNE). Hay candidatos que se
presentan por primera, segunda y tercera vez. Junto a ellos están los que se
presentan a la re-elección. Los primeros acusan al segundo de tener ventajas.
Los segundos, se defienden y muestran las obras que han realizado. Los
periodistas juegan su partido aparte. Los programas de radio, periódicos y
televisión, apoyan a los candidatos de su preferencia. Unos dicen realizar
labor de investigación periodística y de fiscalización, presentan denuncias de
irregularidades y actos de corrupción. Algunas veces las denuncias, se
presentan en los medios de comunicación con muy mala intención, aunque la
materia de la denuncia muchas veces se ajusta a las leyes, normas y reglamentos
administrativos - jurídico - funcionales.
Los Candidatos hablan de todo, resuelven los
problemas de manera verbal (pura boca). Califican de incapaz uno del otro. En
el extremo, se ubican los que agreden verbal y físicamente. Son pocos los que
hablan presentando un Plan de Trabajo o Plan de Gobierno Regional o Local. Los
líderes y candidatos quieren llegar al poder. Eso es bueno, porque con ella se
logra tener autoridad política y la capacidad para implementar un conjunto de
acciones que genere bienestar para la población. Todo esto ya está establecido
en la Ley. Los líderes y candidatos, también deben darse cuenta de la necesidad
de fortalecer los mecanismos y valores de convivencia democrática. De la
necesidad de articular un relevo del poder con responsabilidad. Tener una
visión compartida de futuro. De dar forma y mejorar el proceso de
regionalización y descentralización del Perú. Promover el desarrollo integral
de los pueblos del interior de las regiones, provincias y distritos.
El
2014, no debe ser una oportunidad perdida para el desarrollo de las regiones y
de los pueblos. No deben parar los procesos de gestión y crecimiento económico.
Los buenos proyectos no se deben dejar de lado. Es cierto que se pueden
actualizar las metas y ampliar los presupuestos, pero no deben dejar de fluir. El
2014, debe ser el escenario del surgimiento de nuevas autoridades, que junto a
la experiencia de los re-electos, impulsen el desarrollo, el crecimiento y
prosperidad de los pueblos. Las elecciones del 05 de octubre de 2014, debe ser
la ocasión para que hombres y mujeres, consoliden el proceso de regionalización
y descentralización del país, para delegar el poder regional con
responsabilidad en un fortalecido modo regional de gobernar.